Vender, Vender y Comprar. Por Trini Rodríguez Grau
Nuestro Amigo y Artistas Carlos Rivero, con su mate de la mañana, nos comparte:
"Lo sagrado está ligado al silencio. Nos hace escuchar...cerrar los ojos, pero sobre todo la boca...Hoy vivimos un tiempo sin Consagración. El ruido de la comunicación, desacraliza, profana el mundo. Nadie escucha...por eso el capitalismo no ama el silencio. El Capitalismo de la información produce la compulsión de la información, del libro NO-COSAS. BYUNG- CHUL HAN.
La multitud corre apresurada. Los autos aceleran, tocan bocina, frenan violentamente. Las personas veloces salen a comprar, comprar y comprar porque es el día de “dios”, la navidad, papa Noel, o la irónica conformación de un pesebre. Esta es la foto de tantas ciudades, quizás de todas, que, en su aspiración cosmopolita, nos envuelven en esta sensación de satisfacción y éxito.
Se siente un olor fétido a gasolina quemada con otros inclasificables. La hediondez del paisaje que somos y que ya perdió la capacidad de provocar repugnancia. Pisamos charcos de agua con excrementos, huevos de insectos, gusanos que, por imperceptibles, creemos que no existen. Continuamos la carrera, no debemos “perder tiempo”, el colectivo, el empleo, el malestar de vivir para no vivir.
…Y yo y nosotras, queremos en este contexto una tienda de arte y ecología, una comunidad sin tendencias, sin apuros y por resonancia con nuestros deseos y empatías. Un espacio donde nos encontremos a tomar un té de hierbas, una crema, una medicina, una pieza de personas que cuidan la pacha y producen agradecidas. Quizás, llevarse un juguete que no sea de “merchandising” sino porque imaginamos a nuestrxs niñes jugando, pintando y porque quien lo hizo le puso una energía maravillosa, creatividad, saberes y cuidados.
¿Será posible tener un proyecto que implique intercambiar, comercializar sin entrar en lógicas abusivas o de conquistas y de “atracción” despersonalizantes, mal llamadas tendencias?
¿Será posible celebrar de forma consciente que el tiempo es nuestro y si lo queremos “perder” es nuestra decisión?
¿Será posible que las "cosas" que regalo o con las que me rodeo tengan un sentido personal y no sean parte de una moda igualadora y repetitiva?
No tenemos la respuesta y no buscamos tenerla. Pero nuestra Maestra La Naturaleza, su bosque, nos enseña de autonomías, diversidad de formas y colores, de ritmos propios y colectivos. Y como el Sol que en el solsticio de verano se queda un tiempo quieto en el mismo lugar, queremos ritualizar este tiempo de amorosidad profunda para saborear el fruto.
Deseamos ser respetuosas de nuestros ritmos, saberes, redes y encuentros y que cada persona que circule por este bosque-red sienta paz, placer, armonía y, sobre todo, conciencia de su propio bienestar, salud y territorio.
Trini Rodríguez Grau
Correciones Andrea Sanmartin