• Un Encuentro Con La Luna Y Venus. Por Guadalupe Gaitan

Un Encuentro Con La Luna Y Venus. Por Guadalupe Gaitan

En Astrología, la palabra CUIDAR es propia de la Luna y la palabra GOZAR es propia de Venus. En la última era de Piscis, que se distingue por encontramos inmersxs en el Patriarcado, ambas energías fueron depositadas en las mujeres. Pero todes tenemos Luna y Venus, como todes tenemos Sol y Marte. Y me parece importante distinguirlas para darles lugar a cada una. Aquí les comparto las preguntas-guías que serán “los hilos” del Taller Ritual sobre Cuidar Gozando y Gozar Cuidando.

Camino hacia el Astro-Taller "Gozar Cuidando/ Cuidar Gozando", propongo algunas reflexiones sobre el CUIDAR y el GOZAR en nuestro contexto actual.

-¿Qué nos sugiere la palabra CUIDAR? ¿Qué cuidamos? ¿Cómo cuidamos? 

Al pensar sobre estás preguntas, las primeras imágenes que nos aparecen son las relacionadas con las “tareas de cuidado”.  Tareas de cuidado tan poco valoradas, mal pagadas, y muy mal cuidadas, valga la redundancia. Sin embargo son las tareas básicas para la reproducción y sostén de la vida. En ese sentido, no tienen precio.. Son tareas propias del hecho de vivir, como respirar y comer: cocinar, lavar, curar, enseñar. Pero en el modo en que nos hemos organizado como sociedad, muchas personas no las pueden hacer, por la necesidad de salir a producir, a obtener dinero para el sostén de la vida. ¡Vaya círculo!. Y las personas cuyo trabajo es cubrir estas tareas de cuidado, son poco o mal reconocidas. No se valora el tiempo y la energía práctica y emocional que conllevan cada día. 

Dando vueltas al círculo, termina siendo la vida misma la des-valorizada y des-preciada. Cuidar la vida en todas sus formas, empezando por las infancias, siguiendo por la vejez y continuando con el equilibrio y cuidado de nuestro ambiente, no forma parte de ninguna agenda política de los principales partidos. Parece que sólo valemos en cuanto consumidores, cantidad de votantes o números dentro de cadenas de producción. 

Y sin embargo, sólo se reproduce la vida si tiene las condiciones y cuidados indispensables. 

Otro aspecto de la cuestión, es el horizonte de quienes tienen en sus manos las tareas de cuidado, que ven su éxito cuando lo que se está cuidando ya no necesita ser cuidado. Pero eso implica haber introyectado la función de cuidar y poder cuidarse solo. La autonomía que implica, en el fragor de la vida, si no me cuido yo, nadie puede realmente cuidarme.

-Veamos ahora el GOZAR. ¿Qué me sugiere esta palabra? ¿Cómo gozamos? ¿Qué gozamos? ¿Qué cosas nos propicia el gozar?

Por una parte, quisiéramos vivir gozando, por otra, el gozar nos pone en relación. Y las relaciones no son un lecho de rosas. Las relaciones nos hacen trabajar. Y a veces perdemos el gozar por el que entramos a esas relaciones. 

Agrega complejidad a la cuestión, el imperativo de gozar de nuestra sociedad contemporánea. Los medios predican: debemos estar gozando, como si fuera lo único en la vida. Se nos presenta el gozar como situación a consumir. Gozar es poder pagar una estadía en una playa paradisíaca. No se tienen en cuenta los trabajos, sinsabores y disgustos que pueda uno tener para llegar allí. Empezando por la creencia de que la propia vida lejos de esa playa no tiene valor ni atractivo. Hay una norma que cumplir incluso para gozar. 

Y hablando de normas para gozar, el propio cuerpo tiene que cumplir normas estéticas. Si no entramos dentro de lo que esas normas mandan, ¿hay permiso o posibilidad de gozar?

De todos modos, aunque cumplamos con todo lo anterior, ¿tendremos tiempo para gozar entre todas las obligaciones que nos hemos impuesto?. Y si encontramos tiempo, ¿qué pasa con el cansancio? El agotamiento es tanto que no alcanzamos a percibir ni las ganas de gozar. 

Esto nos pasa especialmente cuando tenemos tareas de cuidado de qué ocuparnos.

En Astrología, la palabra CUIDAR es propia de la Luna y la palabra GOZAR es propia de Venus. En la última era de Piscis, que se distingue fuertemente por encontramos inmersxs en el Patriarcado, ambas energías fueron depositadas en las mujeres. Entremezcladas además: ser mujer es ser madre y cuidadora del hogar. Pero todes tenemos Luna y todes tenemos Venus, como todes tenemos Sol y Marte. Y me parece importante distinguirlas para darles lugar a cada una. La Luna nos pone a todes (dije todes) en una posición defensiva. Aunque no estemos en posición de cuidar a alguien que necesita cuidado, todo el tiempo estamos en la Luna, que trata de que sobrevivamos y continuamente nos está defendiendo de hipotéticos peligros. Nos perdemos de los hermosos talentos que tenemos para cuidar y cuidarnos, junto con las ganas y posibilidades de gozar y de conectar con nuestra abundancia y nuestra creatividad, nuestra capacidad de estar bien, de estar en el bienestar.

Este Taller es una invitación a tomar estos dos hilos, el del CUIDAR y el del GOZAR, limpiarlos de mugres, de creencias y juicios, para entramarlos y tejer con ellos, una vida buena. Por un buen vivir, les esperamos!.

 

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